Revolución en punto cero, el último trabajo de Federici.

…todo lo que hemos cocinado, sonreído y follado a lo largo de todos estos años no es algo que hiciéramos porque fuese más fácil para nosotras que para cualquier otra persona sino porque no teníamos ninguna otra opción. Nuestros rostros se han distorsionado de tanto sonreír, se nos atrofiaron los sentimientos de tanto amar y nuestra sobresexualización nos ha dejado completamente dessexualizadas.

Federici, Silvia. Revolución en punto cero. 2013 p. 41.

La joven pero ya indispensable editorial Traficantes de Sueños, nos obsequia con una nueva entrega de esos documentos científicos pero imbuidos en la lucha y el compromiso social. En este caso nos referimos a la obra Revolución en punto cero de Silvia Federici, la lúcida autora de otra obra indispensable (de la misma editorial): Calibán y la bruja.

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El volumen frente al que nos encontramos compila trece de los más incisivos e interesantes artículos de esta autora escritos entre 1975 y 2010. Esos artículos se organizan en tres bloques temáticos que expondremos a continuación:

En la primera parte, destinada al trabajo doméstico, nuestra autora enfrenta la recurrente problemática de cómo caracterizar, comprender y luchar el trabajo doméstico. Su pluma no se muestra temerosa a la hora de enfrentar debates como el del salario del trabajo doméstico o la reorganización de la reproducción social. Basta con leer el título de su tercer artículo para aprehender la intención de esta sección: «contraatacando desde la cocina».

En la segunda sección, destinada a analizar la relación entre la globalización y la reproducción social es cuando expone su estrecha relación con el marxismo. A lo largo de la obra, Federici se abre paso a base de solventes argumentos entre los muchos autores que despreciaron o desestimaron la labor de la mujer en los procesos de cambio social. El propio Marx, así como Negri y Hardt son dura y consecuentemente criticados. A pesar de ello no desestima categorías marxistas tales como la acumulación originaria o la lucha de clases para comprender la realidad a pesar de que las usa de forma crítica.

Por último, la autora aborda el tema de la reproducción de lo común. Aquí conjuga la continuación de su particular ajuste de cuentas con el marxismo con la reivindicación de las labores de las mujeres a la hora no sólo de mantener en pie el orden social —como el famoso «colchón» que amortigua el dolor de las crisis—, sino también para transformarlo. Hay una sociedad posible, no mercantilizada, donde la solidaridad ocupe el lugar del capital, sin explotación, con la puesta en valor de lo común, y solo será posible desde las mujeres y los hombres como iguales.

En definitiva, se trata de una obra de obligada lectura para aquellas que quieran desarrollar una perspectiva crítica y solvente que enfrenta temas tan candentes en los movimientos sociales como el trabajo doméstico, la globalización o los cuidados.

Podéis descargarlo en pdf aquí y comprarlo en papel aquí.


 

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Silvia Federici (1942, Italia) es una profesora, escritora y activista feminista. Sus obras más conocidas son Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria (2004) y Revolución en punto cero: trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas (2013).

Desnuda y en lo oscuro: Hacer el amor y la guerra, entre verso y verso. Por Nerea Riesco.

Alguna vez Mario Bendetti escribió aquello de “Una mujer desnuda y en lo oscuro/ tiene una claridad que nos alumbra”. Benedetti creó una oda al cuerpo de la mujer. En 2010, Nerea Riesco en “Desnuda y en lo oscuro”,  lo hacía a la sensualidad, el amor y la tristeza, ambas en su estado más sentido, sufrido y sincero.

Senda translúcida,

de mi vientre a tu pecho

traza tu lengua

29 poemas sobre una narración que comienza en las entrañas. La pasión y la crudeza con la expresadas son el rasgo lírico más característico de Riesco.El poemario comienza mostrando su primera cara; Desnuda. El sexo es el factor ominipresente en esta primera parte, en la que la terrenalidad y el placer de saberse humana es celebrado con ansia. El relato de un enamoramiento feroz también se ve reflejado en cada uno de los poemas, en los que la autora narra con agudeza sus historias entre las sábanas.

“Cuando”

Cuando compartes mi cama

cuando mis piernas buscan respuesta entre tus piernas

cuando confieso que ningún libro rellenó mi alma como tu cuerpo

y logro distinguir tu deseo apremiante de poseerme

ese instante

de forma urgente

mientras deboras mi lengua

…te amo

Cuando ignoro las distancias

por un amor de novela negra y desafío

cuando me escucho musitar

ese nombre tuyo que inspira fuego

cuando alcanzo a quemarme contigo dentro

colmada de ti

hembra saciada

entonces

…te amo

El mayor acierto de la poeta es conseguir ser completamente explícita sin dejar de lado una sutileza cautivadora. Las imágenes que evocan los poemas de Nerea Riesco poseen un componente sexual poderoso, y sin embargo, no están llenos tan sólo de eso. El contenido sentimental probablemente sea igual de potente que el sentimental, por eso, tachar de “poesía erótica” o el primer bloque de poemas sería ignorar la otra mitad de su esencia.

Una mujer desnuda que goza, que ama o  que llora. Y ninguna de ellas tiene rostro.  

Los poemas de Riesco están acompañados por las ilustraciones de Juan Antonio Flores

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Y sin explicación ni previo aviso, de manera turbulenta, y justo cuando la fecundidad del amor y del deseo parecía alcanzar más y más con el precioso «Hazte verbo», todo cesa. De repente, el amor y el deseo desatados desaparecen para dar paso a la segunda parte del poemario «En lo oscuro». El quebranto ahora es la tónica de cada estrofa. La autora llora a quién se ha ido. En este caso, la evolución de sentimientos se hace más evidente. En ocasiones, el cariño de los buenos recuerdos son el elemento preponderante. En otros casos, ocurre justo lo contrario, como en «Te odiaré por siempre». Los vaivenes propios del desamor, así como el análisis de la relación vuelven esta segunda parte en una pieza más interesante en cuanto a contenido humano. Mientras que en «Desnuda», el gozo era la clave, en «En lo oscuro», las cuestiones son mucho más diversas, y está escrita bajo las nuevas sensibilidades que suele aportar el dolor.

Metáforas

Tus ojos el mar del fin del otoño

el otoño una sonata de ojas secas

las hojas el hogar de mis poemas

mis poemas un boceto abandonado

el abandono un grito en el silencio

el silencio un desagüe de pasiones

un desagüe en la cascada de tus lágrimas

las lágrimas salmuera en mis heridas

las heridas dentelladas en mi alma

el alma un pájaro angustiado

la angustia el camino al desengaño

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Nerea Riesco

Definida en su propio libro como «poeta por expresión», Nerea Riesco nace en Bilbao en 1975. Mujer de letras, la literatura y el periodismo parecen ser la columna vertebral de su vida. Con ocho libros de prosa publicados, Desnuda y en lo oscuro es su primer libro de poemas.

(H)amor 2: Destruir el amor romántico, construir amores subversivos.

El amor romántico ha servido de fuente de alimentación de las fantasías, mitos e inspiración artística de miles de poetas, músicos, cineastas y otros tantos y tantas a lo largo de los siglos y los siglos, AMEN. Aunque más bien, han sido las contradicciones que supone institucionalizar y normalizar el amor romántico lo que han inspirado tantas canciones desveladas: los celos, la traición, la infidelidad, la venganza. Incluso el término “amante” (según la RAE: “Que ama”) adquiere en estas historias una connotación negativa.

¿Por qué no renunciar a este lado oscuro del amor? ¿Por qué no crear vínculos relacionales sanos que se basen en los cuidados y el afecto? Esto es lo que proponen teorías como la agamia, la anarquía relacional o el poliamor.

Tras el éxito de (h)amor 1, que reseñamos aquí, la editorial Continta me tienes se lanza a un segundo volumen de este compendio de saberes y emociones en torno a la destrucción del amor romántico. (H)amor 2 se compone de dos partes: Amores Excéntricos (un conjunto de artículos) y Amores Concéntricos que reúne poemas visuales, relatos, prosa poética y otras manifestaciones artísticas.

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En Amores Concéntricos, la obra incluye nombres como Brigitte Vasallo, autora de Pornoburka y coordinadora de los talleres #OccupyLove que escribe aquí acerca de la necesidad de cuestionar y destruir la monogamia y construir nuevos paradigmas.

Mari Luz Esteban, autora de Crítica del pensamiento amoroso nos presenta un estudio sobre las comunidades de apoyo mutuo que define como:

Agrupaciones estables de personas, de tamaño variable […], caracterizadas por el hacer conjunto y el compartir elementos muy distintos: protección mutua, apoyo económico, material, psicológico y moral, actividades de mantenimiento de la vida cotidiana, cuidados relativos a la salud o a la crianza, o actividades de entretenimiento, sociales y políticas… Es decir, serían agregados de personas basados en la reciprocidad y la solidaridad que funcionan de modo permanente, si bien suelen intensificar sus vínculos en momentos concretos […]

Daniel Cardoso escribe un artículo acerca del amor y la amistad:

En la sociedad occidental (u occidentalizada) actual, la amistad mantiene una tensa relación con el amor (romántico).

Irene Blanco y Sonia Tello, mediante su artículo Asexualidad: un cuestionamiento extremo del deseo pretenden concienciar acerca de la hipersexualización de nuestra cultura y cómo la asexualidad supone un cuestionamiento radical de la misma.

Jaron Rowan y Silvia Nanclares, expertos en amor y tecnologías, afirman que: «la soltería ha vivido siempre en los pies de página».

Finalmente, la escritora peruana Gabriela Weiner firma una reflexión sobre el anarcoamor:

Ni abierto, ni cerrado, ni fuera ni dentro de la pareja, sino en esa tierra liberada en la que es posible construir una convivencia única en una red casi infinita de vínculos múltiples.

En la segunda parte, Amores Concéntricos, encontramos las obras de Marta Azparren (poesía visual), Nydia Pando (“En algún momento, amar fue el invento metódico cuyos pasos se seguían con una obediencia religiosa, tratando siempre de alcanzar el punto culminante del amor, que es la muerte) y Ainhoa Güemes cuyos artículos se pueden encontrar en Naiz, entre otros:

Que no nos priven de la fuerza de amar, del deseo/ de vivir afirmativamente. Me adentro en la sala del/ triunfo,/ amazona herida en una pierna, herida en el pecho/ cubierta con una espléndida máscara trágica.

Finalmente, disfrutamos de la prosa poética de los “heartbeaters” de Dora García y los versos punzantes de Miriam Reyes (“Mi cuerpo no volverá a servir de tributo/ shhhh shhhh/ ni el siguiente ni el siguiente”).

Puedes comprarlo aquí.

Buenas lecturas.

‘Kallocaína’ de Karin Boye, sobre medias verdades y miedos absolutos

“Fui voluntario, es cierto, pero no tenía idea de que fuese así. Sabía que iba a sufrir, pero de un modo distinto, digamos que de un modo más bien solemne; sabía que iba a morir, pero de repente y extasiado. No de día y de noche, poco a poco. Creo que sería hermoso morir; entonces agitaría los brazos, me sofocaría. En una ocasión vi a una persona morir en la Residencia. Agitaba los brazos y se sofocaba. Fue espeluznante. Pero no fue sólo eso. No se puede imitar. Pero luego no dejé ni por un momento de pensar que debía de ser maravilloso tener ese proceder, una única vez. Hay que hacerlo, no se puede evitar. Si fuese algo voluntario, no sería decoroso. Pero no es voluntario… A nadie se le permite pararlo. Se hace, y punto. Cuando se muere, se puede comportar uno de cualquier manera, sin que nadie lo impida”.

La escritora sueca Karin Boye escribió ‘Kallocaína’, que se convertiría en su obra más internacional, en 1940, en pleno apogeo de los fascismos en Europa. Antes de escribirla, había viajado a tres países que marcarían profundamente el tono del relato: la Alemania nazi, la Unión Soviética y Grecia, que por aquel entonces estaba sumida en la dictadura fascista conocida como el ‘Régimen del 4 de agosto’. Así, en la novela el Estado Mundial es un ente abstracto pero omnipresente, un miedo que habita en todos los individuos. La autora explora los mecanismos de este miedo, cómo transforma las acciones de los individuos, empujándolos a situaciones límite. En este sentido, el estado no necesita manifestarse físicamente en la obra, no necesita torturar en espacios abiertos. El miedo es suficiente, un sentimiento palpable entre los ‘ciudadanos soldado’, que los convierte a todos en potenciales colaboradores, a todos en potenciales espías, a todos en posibles traidores.

kallocaina portadaBoye introduce en esta sociedad paranoica la tradición de las substancias nootrópicas o drogas inteligentes, que también están presentes en la obra de escritores como Philip K. Dick, que describió la ‘substancia D’ en su libro ‘Una mirada a la oscuridad’. En el estado que Boye nos describe, la kallocaína está a punto de cambiar las reglas de la verdad. Es en esta sociedad cambiante en la que se desarrolla la obra, cuyo protagonista, Leo Kall, está sumido en una especie de paranoia que le impide ver la misma realidad que otros aprecian. Kall es el anti héroe definitivo. Un hombre recluido en un estado claustrofóbico, que instintivamente ha hecho de la supervivencia su único modo de vida. Inconscientemente, se rige por la máxima de ‘mata o serás matado’, y vemos su lucha interior entre su deseo de rebelión y su impulso por lograr la redención propia mediante la acusación de los demás.

Boye, que acabaría suicidándose un año después de la publicación de ‘Kallocaína’, imprime a la obra un tono oscuro, claustrofóbico. No hay salvación posible para sus personajes, atrapados en una burocracia que imposibilita el amor, que prohíbe el miedo, que persigue los impulsos emocionales que no están directamente relacionados con el estado.

La novela fue escrita en un período muy concreto, durante unas décadas en que la ciencia ficción distópica vivió su mayor auge, particularmente en la Europa de los 30 y los 40, aupada por autores como Aldous Huxley, que publicaba ‘Un mundo feliz’ en 1932, y George Orwell, que haría lo propio con la obra ‘1984’, publicada en 1949. Boye, a pesar de la originalidad de su obra, no es tan conocida hoy en día como Huxley y Orwell, un hecho que puede estar relacionado con su orientación sexual y activismo por los derechos de las mujeres. Esta falta de popularidad entre el gran público contrasta con la calidad de la obra que, si bien comparte el interés de los escritores británicos por la angustia de individuos atrapados en una sociedad asfixiante, es mucho más intimista y centrada en su personaje principal.


Karin Boye. Sofie Livebrant

Karin Boye, fotografiada por Sofie Livebrant

Karin Boye (1900-1941) nació en la ciudad sueca de Gotenburgo, pero su familia se mudaría a Estocolmo pocos años más tarde. La autora estudió en las universidades de Estocolmo y Uppsala, y fue en esta última que tuvo su primera crisis referida a su identidad sexual, que contrastaba con sus creencias religiosas. Tras esta crisis, comenzó a interesarse por ideas marxistas y de izquierdas y también por el psicoanálisis. Casada brevemente con un hombre, Boye estuvo ligada sentimentalmente a varias mujeres durante su vida. Desde 1931, fue miembro de Samfundet De Nio, una exclusiva sociedad que funciona paralelamente a la Academia Sueca, con el objetivo de promover la literatura, el pacifismo y el feminismo. En abril de 1941, incapaz de hacer frente a una depresión con la que llevaba luchando gran parte de su vida, fue encontrada muerta por un viandante, tras internarse en un bosque sueco llevando sólo un frasco de pastillas con ella.

‘Kallocaína’ ha sido publicada en español por la editorial Gallo Nero.