Al calor de los últimos vaivenes políticos en el estado español, no dejamos de escuchar hablar sobre una propuesta que ha recibido críticas desde todos los flancos: la renta básica. Como ocurre con el feminismo, las autoras la apellidan, en este caso, renta básica de las iguales para remarcar que no todas las rentas básicas son iguales y que debe garantizar que se acompañe de una reorganización de los trabajos de cuidados para que no sean las mujeres quienes los realicen en solitario. ¿Pero qué es y para qué sirve y por qué tanto barullo con la renta básica de las iguales? El librito (diminutivo por tamaño y formato, en absoluto desdeñando el contenido) que hoy reseñamos lo explica de manera magistral.
La RBI’s se define como el derecho que tiene cada persona, solamente por el hecho de nacer, a percibir una cuantía periódica para cubrir sus necesidades materiales.
Lo más interesante y aquello que diferencia a la RBI’s de otras propuestas son los siguientes puntos:
- Individual. Es para cada persona, no para cada familias.
- Universal. Todas las personas, por el hecho de serlo, tendrían derecho a recibirla.
- Incondicional. Independientemente de que se participe en el mercado de trabajo e independiente de los ingresos.
- Cuantía/Equidad. Igualdad ante la cuantía a percibir para todas las personas.
- Fondo social, asignación y participación. Una parte de la misma se destina a un fondo social cuyo fin es mejorar los bienes y servicios de la comunidad y que se gestionará de forma colectiva y se irá incrementando paulatinamente.
- Refundición. Sustituiría a la mayoría de las prestaciones actuales.
- Desde la base social. El cambio debe hacerse de abajo hacia arriba.
¿Por qué es necesaria? Como afirman las defensoras de la propuesta, el sistema capitalista heteropatriarcal sitúa en el centro el empleo y deja fuera todo el trabajo de cuidados en el que se sustenta para producir beneficios:
Iglesias y otras (2012, p. 28) clarifican que tales procesos [de trabajo y producción de riqueza] son de índole individual ya que «no sólo interviene en la producción la trabajadora o trabajador ocupado en su jornada laboral. Hay toda una cadena de producción que es sistémica». En esta cadena participan «los conocimientos, la educación, salud, tecnología, infraestructuras» y, por supuesto, los trabajos de cuidados.
Esto quiere decir que ciertos trabajos y las personas que los ejercen (en su mayoría mujeres) quedan invisibilizados y eliminados, por ende, del sistema, con las consiguientes dificultades para tener una vida digna. La RBI’s se plantea entonces como herramienta de lucha ante el paro, la precarización, el malestar y la falta de dignidad, seguridad y libertad.
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Baladre es una coordinación de diferentes colectivos enraizados en la Península Ibérica, norte de África y Latinoamérica con el propósito común de “denunciar la desigualdad, el empobrecimiento y la exclusión en cualquiera de sus formas”.
A pesar de que los múltiples colectivos luchan en diferentes batallas, la herramienta que usan para unificar sus reivindicaciones es, precisamente, la Renta Básica de las Iguales como propuesta para que todas las personas vivan una vida digna.
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