Volveremos: memoria oral de los que se fueron (o no) durante la crisis

Para la editorial Libros del K.O. era una apuesta segura publicar un libro como Volveremos. Memoria oral de los que se fueron durante la crisis. No solo porque sus editoras, Noemí López Trujillo y Estefanía S. Vasconcellos, periodistas y también exiliadas económicas durante cierto tiempo, han sabido acercar el tema al gran público con un formato de historias cruzadas, testimonios que van avanzando a lo largo de varios capítulos que componen el proceso del exilio. También porque esa memoria oral de la que hablan -que acaba siendo memoria escrita pero que es, en su origen, oral, puesto que el libro se escribe -se transcribe, más bien- con los extractos de las llamadas o videollamadas que ellas realizaban con todos y cada uno de los protagonistas: mujeres y hombres, en la veintena y la treintena, que por diferentes motivos abandonaron el Estado Español durante la crisis, en busca de mejor fortuna.

Mujeres y hombres que desde 2008, y quizá antes, comparten una historia común, ahora también una memoria: la de aquel o aquella que, frente a una coyuntura hostil para el desarrollo de las facultades humanas, decide hacer las maletas y plantarse en un país que será siempre diferente, y más o menos permeable a la diferencia.

Volveremos aborda todas las fases de dicho exilio económico. «La chispa», el momento en el que se decide marchar. El viaje, el choque continuo de los primeros meses, la (re)construcción de la identidad, la inserción de la historia personal en la historia española (ellas hablan de «La década perdida») y el título mismo, vuelto pregunta, que muchas y muchos nos hacemos: «¿Volveremos?».

Un cierto espacio para la crítica -quizá no suficiente, aunque ambas editoras han querido mostrar perfiles heterogéneos de lo que un o una exiliado o exiliada económico o económica puede ser; y un aspecto muy interesante: el de la participación de las propias familias -parejas, pero sobre todo madres y padres- en la construcción del relato.

PILI: Cuando vaya a escribir la carta a Rajoy, como posdata le voy a poner: «Igual que en algunas playas hay algo así como una estatua de la señora esperando a su amor que se ha ido, yo le pido por favor que pongan otra estatua en el aeropuerto de Barajas de una madre con los brazos abiertos». Eso es lo que quiero decirle. Eso es lo que le quiero pedir al presidente. Ellos saben que no lo han hecho bien, que han sido unos sinvergüenzas, que nos han robado a nuestros hijos. Nos han robado a nuestros hijos y a nuestros nietos. Y aunque yo se lo diga en mi carta, bueno, no va a ser nuevo. Pero, por favor, ponga a una madre en el aeropuerto. 

Y aunque no se van todas las que quisieran, y no todas las que se van quieren irse-, aunque seamos, a nuestra manera, hijas e hijos robados o perdidos, luchamos por encontrarnos, por encontrar esa memoria compartida que por suerte no nos pueden robar.

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Volveremos se publicó en Libros del K.O. en noviembre de 2016


Estefanía S. Vasconcellos (Salamanca, 1988) ha trabajado como periodista en El Mundo, ABC, El Español y Jot Down. Vivió en Reino Unido. Noemí López Trujillo (Bilbao, 1988) ha escrito para ABC, 20 minutos, Jot Down o El Español. Vivió en Manchester.

(Re)abrir los chorros: Coño potens, de Diana J. Torres

Año 2015. Tras recorrer el mundo dando talleres y realizando performances sobre eyaculación femenina y más alla, Diana J. Torres publica Coño potens. Manual sobre su poder, su próstata y sus fluidos. Y menos mal. Porque ya era hora de que alguien empezase a hablar y a construir colectivamente un discurso empoderador no ya solo sobre la eyaculación femenina, sino sobre nuestra sexualidad, desde una perspectiva transformadora, subversiva y, sobre todo, accesible y divertida. Porque igual de importante que desmontar el sistema patriarcal a través de filosofías que de chorros. He ahí el principio fundacional.

Coño potens es muchas cosas. Un libro necesario y subversivo. En su formato -entre ensayo recopilatorio y testimonio- y en lo que cuenta. Una crítica feroz a la ginecología patriarcal y, en general, a un sistema médico que sigue incidiendo en nuestra función reproductiva, dejando de lado las potencialidades de placer presentes en nuestros cuerpos.

El silencio al que se ha visto abocada históricamente la eyaculación femenina parte de una premisa bastante simple: «Nosotras no estamos en este mundo para ensuciar, sino para limpiar la mierda de los demás». Diana reconstruye la historia de la eyaculación femenina y lo hace no sólo a través de la cultura occidental para mostrar cómo difiere el tratamiento. Las culturas griega antigua, hindú o china han sido más abiertas a la eyaculación que la cultura occidental. Durante la Ilustración, en la Ree’s Cyclopaedia, se afirmaba que la eyaculación ocurría únicamente a mujeres que llevasen una vida lujuriosa.

«Nos cerraron el grifo en algún dramático momento del pasado. Va llegando la hora de volver a abrirlo»

Coño potens carga también contra la fabricación del «punto G» que divide a las mujeres en vaginales y clitorianas, es decir, «entre buenas y malas para la heterosexualidad obligatoria». Para Diana, además, el hecho de llamarlo «punto» minoriza nuestros genitales cuando la próstata femenina mide entre dos y cinco centímetros. Nada de punto… Además, Diana nos enseña una serie de técnicas y de consejos para conocer mejor nuestro cuerpo y ser capaces de eyacular. Al hablar de su experiencia en los talleres, nos cuenta cómo el intercambio que surge en ellos es esencial para aumentar los conocimientos y conocer otras experiencias, así como las reacciones que provocan. Nos insta a seguir alimentando entre todas esa red de conocimiento a la que sin duda contribuyen las potentísimas ilustraciones de Chiara Schiavon.

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Este libro es un atentado terrorista contra la sexualidad normativa. Su publicación abre, al menos en el mundo hispanófono, una puerta hacia la apropiación política, irreverente y subversiva, de nuestros cuerpos colonizados.


 

Diana J. Torres (Madrid, 1981). Es performer y escritora. Activista feminista, ha dado talleres por Europa y América Latina sobre la eyaculación femenina. Ha publicado Pornoterrorismo (2013) y Coño potens (2015). 

Coño potens está publicado en la editorial Txalaparta.

Ilustración de Diana por Ilene Sova.

Un libro sobre la no-maternidad: «El cielo oblicuo» de Belén García Abia

Escribo sobre mi pequeño dando vueltas en mi sala de espera, sobre mi útero vacío, sobre mi no-concepción, sobre mi ángel de la guarda, sobre Yerma, sobre mi sexo, sobre su olor, sobre que hemos nacido para ser madres, y no lo somos, que nos han parido para ser madres, y no lo somos.

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Llego a este libro en un momento en el que me planteo, de manera recurrente, la cuestión de la (no) maternidad. Y tropiezo entonces con este texto fragmentario, híbrido, que no podemos ni debemos clasificar en los géneros literarios canónicos. Un libro que nos obliga, como mujeres, a reflexionar sobre un asunto asombrosamente relevante para nuestra cotidianeidad, para nuestra condición.

Como Hélène Cixous, Belén utiliza los géneros a su antojo, esquivando conceptos anclados en el pasado: recorre la confesión, al diario, la epístola e incluso a la poesía para ofrecernos el relato interior de la no-maternidad. Una no-maternidad que es una renuncia por imposibilidad. Donde la escritura se gesta en lugar de esa renuncia, transformándose finalmente en reivindicación.

El cielo oblicuo resulta de una combinación necesaria de elegía y auto-afirmación del propio yo, un yo femenino, inserto en toda una tradición literaria de mujeres que fueron o que no fueron madres: abnegadas o denostadas, dando la vida por sus hijos o abandonándolos a su suerte. Madres como mujeres; mujeres culpables por no ser madres, o por no serlo debidamente. Tantas madres como mujeres, voces de rugidos expiatorios de una culpa anquilosada, aunque bellamente transformada en gritos como este:

Mis hijos llevarían los apellidos de mi marido y de mi padre.

Desaparecemos.

Nos difuminamos.

Sin voz.

Sin escamas.

Resulta curioso tanta insistencia en hacernos madres, cuando después desaparecemos en las genealogías. Quizá por eso Belén se centra en esa escritura que nace en el útero, en la vagina, allí donde se crea la vida. Reivindica la creación literaria de las mujeres en lugar de la creación de la vida humana, desde un vientre embarazado de palabras y de imágenes que atraviesan esa experiencia negada de la no-maternidad. Una negación que se transforma en un parto de palabras llenas de fuerza. Un libro que nos conduce a uno de los recovecos más profundos de la feminidad, aquel en el que establecemos un diálogo con nosotras mismas y con el mundo. Donde nuestras emociones terminan vinculándose de manera natural con un posicionamiento feminista que ayuda, cada día, a expiar esos supuestos pecados que cometemos al no ser madres. Esa desviación de los límites impuestos de la que nacen, a veces, joyas como esta.

«La literatura escrita por mujeres está llena de habitaciones cerradas. Tienen a la mujer feroz dentro», narra Abia. Pues que salgan.

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El cielo oblicuo se publicó en 2015 en la editorial Errata Naturae


Belén García Abia (Madrid, 1973) ha vivido en países como Siria o Egipto y reside, en la actualidad, en Santo Antão (Cabo Verde). Estudió Filología Árabe e Islam en la Universidad Autónoma de Madrid y después se especializó en Didáctica de lenguas. Ejerció durante diez años como profesora de ELE y, posteriormente, se dedicó a la elaboración de materiales didácticos para varias editoriales. Actualmente regenta un negocio familiar. El cielo oblicuo es su primera novela.

Las desterradas hijas de Eva: un recorrido por los testimonios de las otras víctimas del franquismo

La historia y situación personal de cada una se mantendría en secreto como formando parte de su pena o vergüenza. Hijas de presos y presas, huérfanas, víctimas de abusos y violaciones, rebeldes con causa, ajenas a su voluntad, al mundo en general, sometidas bajo los yugos de un país que acababa de estrenar aquella soñada democracia. Ellas padecieron los restos del naufragio.

Pocos libros he leído que me hayan provocado tantos sentimientos contradictorios: una mezcolanza de admiración, rabia e impotencia. Admiración a todas aquellas mujeres que, habiendo sido humilladas por un régimen autoritario, fueron capaces de abandonar el silencio más atroz para testimoniar cómo eran tratadas por desviarse, aunque fuera mínimamente, de la moral que el nacionalcatolicismo esperaba de ellas. Rabia por todas las injusticias perpetradas en lugares, hoy abandonados o rehabilitados, como el Reformatorio de San Fernando o la Maternidad de la Almudena. E impotencia porque aún hoy no se han esclarecido los numerosos robos de hijos e hijas por parte de las monjas, robos que se llevaron a cabo aprovechando la absoluta falta de recursos y de autoestima de sus madres. Hijos e hijas nacidos de violaciones, pero también de relaciones prohibidas. Hijos, hijas y madres que aún hoy se buscan desesperadamente tratando de reconstruir su historia:

Algunas firmaban coaccionadas (…) Se encargaron de intentar que odiásemos a nuestros propios hijos, y en algunos casos llegaron a conseguirlo. Si quieres salir antes de aquí, entrega al niño y podrás marcharte. Eso nos decían.

En medio de esta situación de amnesia generalizada, Consuelo García ha llevado a cabo una extensa investigación y ha recogido muchos testimonios que nos hablan no solo de recuerdos, sino de verdaderos traumas y secuelas. Esta valiente periodista ha metido el dedo en la llaga de una de las muchas asignaturas pendientes en España. Su enérgica labor es admirable, y gracias a ella podemos conocer un poco más de la niñez y la juventud de estas mujeres.

Mujeres que se han visto obligadas a olvidar para poder sobrevivir, junto con otras que han luchado para que estos crímenes se conocieran. A pesar de que los casos de los niños robados fueron los más sonados en los medios de comunicación, estas mujeres también sufrieron hacinamiento, malnutrición y maltratos tanto físicos como psicológicos. El objetivo era que desapareciera cualquier atisbo de rebeldía.

Fueron muchas las mujeres encerradas por salirse de la norma y por cuestionar, muchas veces de forma inconsciente, el férreo sistema patriarcal durante el franquismo. Algunas intentaron quitarse la vida; otras lo consiguieron. Soñaban con escapar, porque ninguna de ellas era capaz de imaginar la tortura que les esperaba al otro lado de la valla.

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Las desterradas hijas de Eva fue publicado en 2012 por Algón Editores


Consuelo García del Cid Guerra (1958, Barcelona) es escritora e investigadora. Dirige el periódico digital Tenemos la palabra. Ha publicado el libro de relatos Por lo que hemos sido y la novela Una enjundia de nada, que resultó finalista en el Premio de Elyssée de Novela. Como poeta ha sido incluida en las siguientes antologías: Nueva Poesía Castellana y Peliart. En 2014 publicó su última novela, Librada, que reseñaremos próximamente.