Transgredir a la tradición cultural, sin lugar a dudas es un acto revolucionario. Nuestra educación literaria se basó en grupos de hombres autores, normalmente agrupados en generaciones y contextos geográficos muy concretos. Así, estudiamos la Generación del 27 o el Boom latino, en los que rara vez se incluye a aquellas que también se encontraban así y allí escribiendo.
La editorial Huerga y Fierro propone un nuevo y actual grupo poético. Uno en el que los rasgos comunes son la lengua castellana y la identidad de mujer, mediante una lírica combativa, feminista, interseccional. Poesía como arma fundamental para reivindicar el feminismo, como narrativa de la experiencia de género y sus protestas. 34 autoras latinoamericanas y españolas alzando la voz para ser escuchadas y buscando dar voz a las que no pueden hacerlo.
No estoy hecha para los odios duraderos
pero no quiero dejar de odiar la llama eterna
que alumbra la memoria del soldado sin nombre,
de los muchachos sacrificados en el altar
de los alegres carniceros.
Ellos se erigen estatuas a sí mismos
con nombres y apellidos y coronas y cascos y medallas…
Para los corderos la sangre,
para los matarifes la memoria.
Los escucho afilar de nuevo los cuchillos,
calcular beneficios y bajas,
preparar los discursos y escoger a los héroes.
¿Y qué haré, me pregunto, cuando lleguen los días de los crímenes?
¿Me uniré a sus canciones?
¿Pondré rosas en torno a sus armas?
¿Les entregaré la gozosa carne que he parido?
¿Mataré yo también a los hijos de las otras?
No estoy hecha para los odios duraderos
pero si tengo que odiar,
que al menos escoja bien a mi enemigo,
que no olvide que tiene nombre y cargo,
se titula presidente o ministro o general
y se divierte en los campos de batalla.
Montserrat Cano, Barcelona.
34 autoras, 34 mundos. Desde el norte de la vieja metrópoli, como Goya Gutiérrez lanero y su Y cuando corazón aprenderás/ a no dejar volar como incautos gorriones/ las palabra». Llegando al sur del sur, con la chilena connsagrada Carmen Bereger, y el maravilloso poema «Fragmentos de Raimunda», con esos potentísimos versos Después que te entregué los hijos después que acosté contigo/ hablé hasta el alba pariendo.
Cuestiones candentes, nunca resueltas. La cultura de la violación, denunciada mediante su propia experiencia, la peruana Rocío Silva Santiesteban pero el olor lo tengo aquí/zumba en mi cabeza como rastrillo de metralla/ que asco. La perdida de la propia identidad a causa del amor romántico, Patria de un extraño. Ajena. / Ajena por obligada, escrita por la española Paloma Soria. La cuestión del género junto con la etnia y la clase social en poemas como el maravilloso poema de la mujer senelaguesa, escrito por la argentina Ana Biccei. O el inmeso peligro que supone la ilegalización y persecución del aborto para garantizar la vida de la mujer No dejaron que abortará, mamá: / muchas semanas, poco dinero, cómo va a violar un marido. Una antología subversiva, de grito en cielo. Un nuevo grupo poético en lengua castellana, en el que son ellas las que escriben y toman la palabra.
«Sólo te amas a ti misma», concluyes, mitad ciencia,
mitad reproche. Y yo te aseguro que no ha sido fácil.
*
Ombligo: capital de mi cuerpo, donde tengo invertida
la historia de mi abuelo.
*
De niñas jugábamos a la selva. Rugíamos en el cuerto
de mis padres; graznábamos en el pasillo y zumbábamos
fastidiando en la cocina. Así nos convertimos en tres adolescentes,
orgullo de la casa, inofensivas en cautiverio.
*
La empatía entre los cuerpos tiene una inercia de
imitación: cuando salíamos apresurados del hotel, a media tarde,
traías uno de mis aretes puesto
Carmen Leñero, Mexico