Un paseo por «Marte», el poemario de Carmen D. Salvatierra

Marte es la historia de una relación; la última carta que todos quisimos y sólo Carmen D. Salvatierra se atrevió a enviar. En ella repasa todo el camino: cómo entregamos las vulnerabilidades con las manos temblorosas al ser amado, cómo nuestros cuerpos se convierten en una guerra de guerrillas, cómo (poco a poco) se disuelve la sombra en la que nos amparábamos, cómo (poco a poco) la nueva luz acaricia nuestra nuca, y finalmente, lamerse las heridas. La historia de una relación que podría ser la de cualquiera. Una historia que desde el principio nos transmite tímidas pulsiones que nos hacen entrever el final al cual se ve avocada.

Ella sabía

lo sabía

de caminos anclados y una flor tibia

nubes, imágenes aferradas

 a un holocausto perpetuo

de nieve remota, de niños gritando

y llorando en las alfombras.

 

portada

Marte se publicó en Ediciones en Huida en 2015

Lo más bello que nos regala la autora con Marte es dejar que nos asomemos a su verdadera percepción de la relación. A cómo vivió ella el camino al lado de aquella persona. Pensad: ¿qué amiga os permitiría tal privilegio? Nadie escapa del “me va bien” dicho con los labios tensos.

Al final del poemario, la poeta se restituye y comienza a armarse. Intuimos que la verdadera tormenta estallará en el siguiente acto, el próximo poemario:

Corréis, incapaces, hacia deseos inútiles.

Nadáis en la superficie de la superficie.

No hay palabras ni actos: el ser se reduce a ocupar un espacio lineal, inalterado, convencido de las ventajas incuestionables de la actitud optimista.

Quiero vomitar en nuestra falsa tranquilidad, destruir los cimientos de la ortodoxia vital que os pertenece. Perturbaros.

Cerrar los ojos ante la guerra no implica que esta no exista.

No os consoléis con los bálsamos que os ofrece el enemigo; la única vida posible es la que arde, cada día, en nuestro corazón.

Una historia necesaria para la autora y para todas. El relato de cómo se construye una misma tomando como trozo de mármol la felicidad y como cincel el dolor. Quizás a lo largo de la lectura sintamos la necesidad de gritarle a la protagonista que se salve. Que se esconda en sombras más largas y serenas. Pero es ella misma quien debe ser su propio refugio y quien nos recuerda que todas somos Carmen D. Salvatierra: la que se duele y se salva a sí misma con el único arnés, la única garantía, de la búsqueda constante.


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Carmen Díez (Sevilla, 1990) es poeta y profesora de español como lengua extranjera. Licenciada en Humanidades por la Universidad Pablo de Olavide,hizo su estancia Erasmus en la Universidad de la Sorbona. Tiene dos másters, uno en Literatura Comparada y Crítica Cultural por la Universidad de Valencia, y otro en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales por la Universidad de Sevilla. Ha resultado finalista y ganadora en algunos premios literarios. Ha participado en medios como Rebelión, Píkara, Cámara Cívica y Universo La Maga. En 2011 escribió Los pájaros perdidos (2011); Marte (Ediciones en Huida, 2015) es su segundo poemario. En la actualidad escribe su tercer poemario.

 

Oso: una novela erótica de Marian Engel, por primera vez traducida al español

Su pelaje era tan espeso que se le perdía media mano dentro. Le masajeó los encorvados hombros. Sentarse a su lado le daba una extraña paz. Como si el oso, al igual que los libros, conociese generaciones de secretos, pero no sintiera la menor necesidad de revelarlos.

Marian Engel sorprendió a muchos lectores con la publicación, en 1976, de Oso. Los tiempos, sin duda, traían aires de cambio. El movimiento feminista había conseguido poner sobre la mesa, entre otros asuntos, el de la liberación sexual de la mujer. La novela, de clásica apariencia, narraba la historia de amor entre una joven bibliotecaria y un oso, en una enigmática mansión victoriana de la isla de Cary, prácticamente deshabitada. Con una naturalidad y una sencillez elegantes, Engel describió la natural relación creada entre estos dos seres solitarios. Seres introvertidos, en cierto modo abandonados, entre los que surge una curiosa e insospechada afectividad. Lou, la protagonista, es la que comienza este enigmático idilio, la que se siente atraída no solo por el animal, sino por lo que representa: la fuerza latente, la serenidad y el apego a la tierra. Es curioso, pero en ningún momento juzgamos a Lou cuando insta al oso a darle placer: de alguna manera, la autora consigue que nos desprendamos de unos prejuicios totalmente artificiales, de la prohibición tácita de relacionarnos emocional y sexualmente con los animales. En este sentido, Oso puso y pone sobre la mesa una cuestión espinosa, que va más allá de la zoofilia porque lo que pretende es llamar la atención sobre la vacuidad de las relaciones humanas, la frivolidad de nuestras emociones y la desigualdad entre hombres y mujeres a la hora de enfrentarse a las relaciones amorosas:

Una vez, por poco tiempo, había sido la amante de un hombre elegante y atractivo, pero siempre se sintió incómoda cuando él decía que la quería. Sentía que se refería a algo que Lou no acababa de entender y, en efecto, descubrió que él la quería si los calcetines estaban doblados y ella siempre a su disposición, si la comida era exquisita y ella no menstruaba…

Lou se sabe atraída por un animal con el que, al contrario de lo esperado, crea una complicidad, donde el cariño adquiere un significado diferente. A pesar de sus vanos intentos por relacionarse con otros humanos, como el hombre de la tienda de ultramarinos, Homer Campbell, siempre hay una lejanía insalvable. Una lejanía en la que quizá tiene mucho que ver el desmesurado nivel de progreso que hemos alcanzado, y que nos ha distanciado de la tierra, de los árboles, de la naturaleza. Es curioso, pero Engel no pretende humanizar al oso. Ni siquiera animaliza a Lou. Hay una simbiosis natural entre ambos, pues aun perteneciendo a mundos aparentemente distintos, viven en el mismo. Concretamente, en un escondite extramoral, donde no hay leyes, sino un proceso humano de autoanálisis, el de la protagonista, que culmina con una puerta abierta hacia la libertad.

¿Dónde he estado?, se preguntó. ¿En una vida que ahora podría considerarse una ausencia de vida?

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Oso se publicó en abril de 2015 gracias a la Editorial Impedimenta


 

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Marian Engel (Canadá, 1933-1985) fue una escritora, licenciada en Estudios Lingüísticos por la Universidad de Ontario y especializada en Literatura Canadiense en Montreal. Comenzó a escribir cuando tenía a cargo a dos gemelos, y en 1968 publicó su primera novela, No Clouds of Glory. Escribió, además, dos libros de relatos cortos: Inside the Easter Egg (1975) y The Tatoed Woman (1985). Tras su muerte se publicó la correspondencia que había mantenido con otras escritoras y escritores de la talla de Alice Munro o Margaret Atwood. Marian Engel fue una activista por los derechos de los escritores y fue la primera mujer en pertenecer a la junta directiva del Sindicato de Escritores de su país. Fue nombrada Oficial de la Orden Canadiense en 1982.  Oso (1976) está considerada su obra maestra, y a pesar de ser considerado una inmoralidad, consiguió ganar el Governor General’s Literary Award for Fiction en el año 1976.

«Hi-ro-shi-ma, ese es tu nombre»: rescatando a Marguerite Duras

No nos olvidamos de las escritoras consagradas como Marguerite Duras y, por eso, Raquel Silva nos envía una estupenda reseña sobre la novela adaptada al cine, Hiroshima mon amour.

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La primera vez que leí Hiroshima mon amour, hace bastantes años, me encontraba inmersa en una etapa en la que consumí mucho arte experimental. Pensé que el formato de la obra se debía al rebuscado ingenio de su autora que pretendía guionizar un filme ficticio en un ejercicio creativo. No fue hasta después de terminar la novela cuando desperté del encanto y recaí en la sencillez: Hiroshima mon amour era el guión que Duras había escrito para la película que dirigiría Alain Resnais y que llevaría el mismo título. Se puede ver aquí:

La autora nos propone una historia que escapa a nuestra categorización dual del bien y del mal, de la guerra y la paz, el amor y el odio, la memoria y el olvido. Y es, a pesar de todo, una historia de dualidades: de Él y de Ella, de dos ciudades (Hiroshima y Nevers), de dos cuerpos que luchan por cerrar sus heridas usando las heridas del otro como apósito. Un canto que pretende ser una búsqueda de la paz y que tan sólo se topa con la pasión violenta de sus protagonistas o con la calma muda, blanca de las ciudades devastadas.

ELLA. ─… Y te encuentro a ti.

Te recuerdo.

¿Quién eres?

Me estás matando.

Eres mi vida.

¿Cómo iba yo a imaginarme que esta ciudad estuviera hecha a la medida del amor?

¿Cómo iba a imaginarme que estuvieras hecho a la medida de mi cuerpo mismo?

Me gustas. Qué acontecimiento. Me gustas.

Qué lentitud, de pronto.

Qué dulzura.

Tú no puedes saber.

Me estás matando.

Eres mi vida.

Me estás matando.

Eres mi vida.

Tengo tiempo de sobra.

Te lo ruego.

Devórame.

Defórmame hasta la fealdad.

¿Por qué no tú?

¿Por qué no tú, en esta ciudad y en esta noche tan semejante a las demás que se confunde con ellas?

Te lo ruego…

Duras nos los grita: no existe el amante como ser puro; el amante tiene miembros amputados y sus debilidades serán las notas discordantes en torno a las cuáles deberemos articular nuestra melodía común. Una historia de que el horror sobrevive al amor. Quizás también al contrario, fugazmente, a veces.


Marguerite Duras (Vietnam, 1914-París, 1996). Novelista, escritora de relatos, guionista y directora de cine. Tras pasar su infancia y juventud en la Indochina, se mudó a París donde participó en la Resistencia, por lo que fue deportada a Alemania. Tras la guerra, se dio inicio su periodo de máxima creación en los ámbitos del periodismo, la novela, el cine y el teatro. En sus primeras obras se encuadró en los márgenes del neorrealismo de posguerra y del existencialismo, para trasladare después al «nouveau roman». Se dio a conocer con la novela semi-autobiográfica Un dique contra el pacífico (1950). En 1958 publicó Hiroshima mon amour. Otras de sus grandes novelas son: Le ravissement de Lol V. Stein, 1964; Le Vice-cónsul, 1966; L’Amante Anglaise, 1967; Détruire, dit-elle, 1969; L’Amour, 1971; y el texto India Song, 1973. El amante (1984), ganó, entre otros, del Premio Goncourt. En 1990 publicó su última novela, La lluvia de verano. La propia vida de la autora ha marcado los temas de sus novelas: el amor tortuoso, la soledad y la destrucción.

La luz que más me llama: poética del (des)amor lesbiano

A ti pude enseñarte lo que nadie sabía

-que soy alegre, que gusto de la vida-

y yo aprendí de ti -quién lo diría-

la tristeza más honda que conozco.

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Beatriz Gimeno es bastante conocida por su activismo feminista y lesbiano, así como por su participación en distintos medios digitales. Sin embargo, su producción literaria, concretamente poética, es prácticamente desconocida para sus seguidoras. Hoy os ofrecemos la oportunidad de acercaros a uno de los pocos poemarios construidos a partir del deseo de una mujer por otra. Del amor entre ambas mujeres, y de sus diferentes fases.

En los poemas de La luz que más me llama predomina el tono confesional y un lenguaje claro, sencillo, sin grandes ostentaciones. El objetivo es comunicar las fases del amor desde la experiencia lesbiana. En un principio, se nos aparece la mujer ocupada por el mandato patriarcal. Una mujer que va liberándose a través del deseo y sus laberintos, quedando atrapada en las redes del amor: delicioso trance atravesado por la cercanía de dos mujeres que se aman.

Gimeno consigue algo extraño en nuestra literatura: dar voz a la experiencia erótica lesbiana. Y, aunque tal vez no entre en sus pretensiones, este libro parece acabar llegando a una conclusión muy actual: el fracaso del amor monógamo y romántico entendido como totalidad vital. Ese amor que podría entrañar y de hecho entraña la traición, los celos, el fracaso, la falta de empatía y de comprensión. La mayoría de las veces acaba, sencillamente, en desengaño.

El amor es una forma de vencer el paso del tiempo. No obstante, si la vida es corta, breve ha de ser también el amor. La poesía, en cambio, es un proceso de sanación de los amores fallidos. Beatriz lo sabe, y este es el resultado.

La luz que más me llama

La luz que más me llama se publicó en Olifante Ediciones de Poesía en 2009


Beatriz Gimeno (1962, Madrid) es escritora, política y activista por los derechos LGTB. Fue presidenta de la Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de 2003 a 2007. Es diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid. Colabora en medios digitales como El Diario la Revista Píkara. Ha publicado los ensayos La prostitución (Bellaterra, 2012), La construcción de la lesbiana perversa (Gedisa, 2007) y La liberación de una generación: historia y análisis político del lesbianismo (Gedisa, 2006). Editó el volumen Primeras caricias: 50 mujeres cuentan su primera experiencia con una mujer (Ediciones de la Tempestad, 2002). Ha publicado también el libro de relatos Sex (Editorial Egales, 2008) y la novela Deseo, placer (Inéditor, 2009).