“Puede abofetearme tanto como quiera, que no bajaré la vista. Si me quejo, se sentirá vengada y ya no tendría que pegarme, podría perdonar. Pero no le daré ese gusto. Sería como reconocer que tiene razón…”
Kenizé Mourad (París, 1939) es el seudónimo literario de la periodista y escritora francesa, de origen turco-hindú, Kenizé de Kotwara. Es hija de la princesa otomana Selma Hanim Rauf y de un rajá indio, Amir al-Kotwara. Estudió Psicología y Sociología en la universidad de La Sorbona. Como corresponsal del semanario francés Le nouvel observateur se ha especializado en Oriente Medio, cubriendo las guerras de El Líbano, el conflicto palestino-israelí y la Revolución iraní. Actualmente vive en Estambul, y habla con fluidez turco, árabe, francés, inglés, urdu y español.
Edición original de la obra, de la editorial Robert Laffont, en 1987.
La novela De parte de la princesa muerta, publicada en 1987, cuenta la historia de Selma, la madre de Kenizé, y nieta a su vez del sultán otomano Murad V. Al finalizar la guerra de Independencia, con la instauración de la República de Turquía bajo el liderazgo de Mustafá Kemal Atatürk, la familia imperial otomana es expulsada en 1924. Siendo aún una niña, Selma se exilia con su madre y su hermano en El Líbano. Su paso de niña a mujer se dará entre penurias económicas, conflictos políticos y desengaños amorosos, convirtiendo a la princesa caprichosa y alegre en una mujer orgullosa y combativa.
A los veinticinco años, cansada de su vida como exiliada, acepta contraer un matrimonio de conveniencia con Amir al-Kotwara, un rajá musulmán de la India al que no conoce. Una vez en su nuevo hogar, pronto se ve relegada al opresivo microcosmos femenino en el que todas las mujeres del linaje se ven obligadas a vivir. Cualquier intento de rebelión por su parte contra la inflexibilidad de su marido y su familia política es sofocado inevitablemente, hasta el momento en que, sabiéndose embarazada, Selma toma una decisión trascendental: marcharse a París, donde intentará con todas sus fuerzas tener por primera vez el control absoluto sobre su propia vida.
Considerada un auténtico éxito de ventas, especialmente en Turquía, la novela de Kenizé Mourad (quien adopta su seudónimo literario por su bisabuelo), nos presenta a Selma como un personaje sumamente complejo, tan lleno de claroscuros y matices como lo están las distintas esferas sociales por las que se mueve a lo largo de la historia. De parte de la princesa muerta no solo narra la intensa y desesperada lucha de una mujer por encontrar su libertad individual, sino que constituye el perfecto preludio para la trayectoria vital de la propia autora.